domingo, 19 de octubre de 2008

¿Qué?

Comentando con un amigo muy querido de Argentina, le comente que realizaría estudian el la facultad de ciencias políticas, a lo cual el realizo un comentario un tanto extraño, después de haberse retirado de Internet, empecé a investigar sobre dicho comentario, en una pagina conocida por muchos www.google.com.mx en donde no encontré nada al respecto, pero después de meditar lo ocurrido con el 11 de Marzo referente al manejo de información y cerrando la información del exterior debido a las cercanas elecciones, supuse que en algún portal fuera del país encontraría algo, y así fue en la pagina de www.google.com.ar encontré mucha información al respecto. Este es uno de los artículos de Alverto Delgado, supongo que de origen argentino. Espero que tengan una visión abierta a lo que leerán a continuación


Calderón: fraude tras fraude

Por: Alvaro Delgado
MEXICO, D.F., (apro).- “Napoleón decía que las guerras se ganan con tres cosas: dinero, dinero y dinero, así que, bueno, déjenlo como un mensaje subliminal”, aleccionó Felipe Calderón a un auditorio de empresarios alemanes, en un encuentro secreto celebrado el 14 de diciembre de 2005, en el salón Molino del Rey del hotel Camino Real, propiedad de su amigo Olegario Vázquez Raña.

Faltaba poco más de un mes del inicio formal de la contienda por la Presidencia de la República, que arrancó el 19 de enero de 2006, y esa reunión era una sola muestra de la robusta estrategia de Calderón para el acopio y uso de recursos económicos –legales e ilegales– para imponerse en el cargo, en una suerte de fondo de inversión que anticipaba fabulosas ganancias.




Así fue: siguiendo el utilitarista apotegma de Napoleón, Calderón obtuvo de los magnates del país el suministro financiero para articular, desde todos los frentes –incluida la muy vigente connivencia con Elba Esther Gordillo y numerosos capos priistas–, una estrategia para ofrecerse como la única opción ante la barbarie populista y evitar que ocurriera… exactamente lo que está ocurriendo.

Y esto tiene enojados a sus patrocinadores.

Porque, salvo que algún lector o miembros del gobierno aporten datos en contrario, la realidad es exactamente la opuesta a la que ofreció Calderón en toda su campaña: aplicación de la ley sin privilegios, crecimiento económico robusto, generación de empleos, bajas tasas de interés, precios bajos y estables, y hasta el sencillo pago de impuestos (cuando exponía la complejidad para calcular los gravámenes recurría a un chistorete del corte de Capulina y decía que hasta Francisco Gil Díaz tenía que contratar a un contador para hacer su declaración de impuestos: Del chiste no se reía ni su vocero Maximiliano Cortázar).

Y están enojados los financieros del odio no porque les importe la suerte de la mitad de los 105 millones de mexicanos condenados a la pobreza, sino porque, como la tragedia de Sísifo, su vaticinio fue en contrario por segunda vez: como en 1994, cuando Roberto Hernández, el emblema de tráfico de influencias, presagió la crisis si no ganaba Ernesto Zedillo, al cabo del fraude electoral de 2006 se repite la historia.

La que fue una de las principales ofertas de Calderón, la seguridad pública, tampoco se ha materializado, sino en contrario: casi 5 mil muertos computados en menos de dos años, muchos de ellos policías, soldados y sobre todo civiles inocentes, mientras los capos reinan en amplios territorios y gozan de sus fortunas que se lavan en el sistema financiero sin ser molestados por sus socios del oficialismo.

Esto, por supuesto, no es posible ocultarlo ni con más gruesas capas de maquillaje que representa la onerosa propaganda gubernamental –la oficial y la oficiosa–, y afecta por igual a los que, legítimamente o víctimas del miedo, votaron por Calderón, y los que lo despreciarán para siempre por ser espurio.

Y esto, vale la insistencia, tiene enojados a los que sostienen a Calderón.
Porque ni con todas sus fortunas los magnates de México se libran del asedio del crimen, ya no sólo el que los despoja de bienes materiales, sino uno de los más deleznables: el que mata a la víctima desde la captura y la ceguera que le sucede: el secuestro.

En este espacio se ha detallado quiénes, de manera ilegal e impune, orquestaron en radio y televisión una campaña ilegal para favorecer a Calderón, a un costo próximo a los 200 millones de pesos, poquito menos de los 256 millones de pesos que ha gastado Petróleos Mexicanos (Pemex) entre marzo y julio para persuadir a la sociedad de que privatizar es la mejor opción para México, y también se ha descrito quiénes, haciendo uso de un derecho legítimo, le otorgaron dinero que quedó registrado en los informes que el Partido Acción Nacional (PAN) entregó a la autoridad electoral.

Uno de los financieros de Calderón fue Alejandro Martí García, padre de Fernando, el niño de 14 años de edad que un grupo de cobardes secuestró y asesinó, un episodio de vergüenza que, lamentablemente, ha reeditado el clima atroz que vivimos en los meses previos y posteriores a junio de 2004, cuando se celebró la marcha contra la inseguridad.

Ha vuelto ese ambiente de impotencia y furia, más que miedo, porque este crimen repugnante se cometió, no contra un infeliz anónimo en cualquier estado del país –como cotidianamente ocurre–, sino contra el hijo de un prominente empresario radicado en el Distrito Federal y con evidentes conexiones políticas al más alto nivel, incluyendo por supuesto a Calderón, como lo acredita no sólo el financiamiento de su campaña, sino la asistencia a la ceremonia religiosa posterior al asesinato.

Como parte de su conducta demagógica y oportunista, Calderón recicla su proclama del 5 de febrero, en Querétaro: firman un Acuerdo por la legalidad y la seguridad para hacer frente al crimen organizado.

Ya se verá: se trata de otro fraude, ya no el electoral, ni el de la ineptitud traducida en crisis en todos los ámbitos, sino el de la seguridad pública, su principal bandera desde que asumió, rodeado de la tropa, el cargo y que, en realidad, sólo fue un recurso propagandístico que tronó desde su concepción.



Ahora muchos rumores rodean a Calderón sobre la muerte del presidente municipal de Ixtapan de la Sal. Pero a mi persona los involucrado políticos con este evento son de mi admiración y respeto, por lo cual no hablare del tema para evitar una completa degradación de los mismos

Anexando algo interesante que encontré

http://www.quehacerpolitico.com.mx/articulo.php?art_id=166




este articulo no es la opinión de Comparativos Zangrel®, si no la opinión del escritor

jueves, 16 de octubre de 2008

EL DESTINO Y LAS IRREVERENCIAS QUE SUELE HACER


Principalmente el destino se droga, ya que puede causar muertes en exceso que destrozan familias, esos eventos como lo a sido la guerra en medio oriente, los conflictos en zonas especificas como lo es con algunas elecciones presidenciales o el colapso que ocurre en las bolsas financieras del mundo, pero a su ves el destino provoca mínimos eventos que conllevan a que dos almas destinadas a estar juntas se reúnan

miércoles, 8 de octubre de 2008

UN GRAN AMIGO


Un día dos amigos se encontraron en un pasillo de la escuela, uno de ellos le pregunta al otro, ¡te ves mal! ¿Esta todo bien? el más pequeño contesto de una forma insegura y temerosa ¡todo estaba de maravilla!, el más grande se alejo lentamente con cierta desilusión ya que suponía que algo le pasaba a su amigo.

Pasando nos minutos, dentro del salón, empezó la clase, pero como requisito indispensable para permanecer en ella, necesitaba tener un mapa solicitado con anterioridad, el joven más pequeño no quería estar en esa clase, ya que no era su favorita, el profesor empezó a tomar asistencia y solicitando el retiro de todo aquel que no tuviera dicho mapa, el jovencito más pequeño era de los ultimo de la lista, solo esta observando quien era el desafortunado que era rechazado de la clase.

Al avanzar con la asistencia, el pequeño se percata que uno de los despedidos de la clase, era su amigo, así que decide afirmar que no trae su mapa. Cuando el más grande pasa cerca del pequeño, con los ojos llorosos dijo ¿puede hablar con contigo? el más grande simplemente dijo ¡si!

Pasados los minutos el más pequeño sale del salón con una libreta. El más grande había salido antes, no lo encontró el pequeño, así que salio y fue a sentarse en una jardinera, en la libreta que llevaba consigo empezó a redactar una tarea de la clase siguiente.

Pasando veinte minutos el más pequeño termino la tarea, poco tiempo después llego el joven más grande, el cual le dijo al pequeño ¿querías hablar conmigo? El más pequeño afirmo la pregunta, ellos empezaron a hablar sobre todas las problemáticas que le rodeaban al más pequeño, por más de dos horas, después de esta larga charla, el joven más grande se dio cuenta de las intenciones del pequeño y de las tonterías que pensaba cometer.

Como una insignificancia de una solo pregunta, cambia toda una vida, se transforma un final trágico a solo un sierre de un capitulo más de esa iniciante vida.

Solo los verdaderos amigos se interesan entre ellos, los demás solo buscan un bien